top of page

Lentitud

Actualizado: 15 ene 2020

Hoy, termino de leer un libro que me ha ayudado a reconocer en mi un importante defecto: la acción a toda velocidad.

Desde pequeña he practicado atletismo y concretamente las pruebas cortas, las de velocidad.

Por otro lado, siempre he considerado que poder realizar una tarea rápido para poder pasar a la siguiente y así aprovechar mejor mi tiempo, era una virtud. Incluso la actividad en modo multitarea forma parte de mi día a día. De hecho, he instado a la gente de mi alrededor a incrementar su ritmo para adecuarse al mío porque me me molesta la acción lenta.


En "Elogio de la lentitud" de Carl Honoré he reflexionado que desafiar a mi velocidad, a mis prisas, quizá me lleve a una mayor felicidad.

No es reducir la velocidad en toda las facetas de mi vida pero quizá es el momento de pararme y pensar dos veces como quiero disfrutar de determinados momentos. No es bajar ritmo a todo sino darle el ritmo justo a cada momento y no actuar sólo desde la prisa.

Me gustaría sentirme en equilibrio y en vez de hacerlo todo a máxima velocidad, hacerlo a la velocidad apropiada: unas veces rápido, otras lento y otras intermedio.

Toda mi vida he funcionado así, forma parte de mi ser. Creo que ese ritmo acelerado me aporta vitalidad y productividad pero también agota y al terminar el día mi cuerpo pide descanso; antes no, podía pasarme en modo actividad, horas y horas sin apenas parar a descansar.

Ahora he cambiado mi hiperactividad en el ámbito laboral o personal por una hiper-exigencia maternal. La crianza y educación de hijos me ha cambiado totalmente mi prioridad pero no ha cambiado mi ritmo. He pasado de poner el foco en mi a ponerlo en ellos y seguir (o intentarlo) al cien por cien cada minuto de mi día.

Por supuesto que quiero ser un ejemplo para mis hijos pero esta parte de mi no es lo que quiero que imiten. Tiene un gran desgaste físico y psicológico así que pretendo descubrir en mi una faceta un poco más slow. Ese equilibrio creo que puede ser más enriquecedor para mi y mi familia.

El último párrafo de este libro dice:

"Librar a la próxima generación del culto a la velocidad significa reinventar toda nuestra filosofía de la infancia... Más libertad y fluidez de la educación, más hincapié en el aprendizaje como placer, menos obsesión por el aprovechamiento máximo del tiempo, menos presión para que los pequeños imiten las costumbres de los adultos... En verdad, los adultos pueden colaborar reduciendo el impulso de ser unos padres erróneamente exigentes y estableciendo el ejemplo de la lentitud en sus propias vidas".

Cuando algo o alguien te llega a aportar como para tener una autoreflexión que remueve cimientos, hay que darle su hueco y este libro (junto a otras experiencias, libros y audios) me parece enriquecedor y quería compartirlo.

Komentarze


CONTACTO y DUDAS

¡Gracias por tu mensaje! Te responderé lo antes posible.

© 2023 by Salt & Pepper. Proudly created with Wix.com

bottom of page