Carta a mis alumnos.
- Conchi Sánchez
- 24 sept 2020
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 27 sept 2020
El regreso al aula está siendo difícil para toda la comunidad educativa. Dos semanas después de volver al aula encuentro una realidad diaria que me disgusta.
La realidad COVID en el D.A.S. la vivo entre el miedo para no ser foco de ningún contagio en nuestras clases de edufis y la frustración surgida de la impotencia.
Y es que me apena no ser capaz de haceros entender la gravedad de la pandemia que nos afecta.
Nadie de nosotros ha vivido antes nada parecido y todos debemos demostrar que estamos a la altura de lo que la sociedad necesita de cada uno.
Eres un alumno/a del D.A.S pero también hijo, hermana, nieto, amigo y ciudadana.

¿Crees que estás siendo responsable en cada rol que desempeñas en esta sociedad? Siempre se puede mejorar pero creo que a nosotros nos queda demasiado margen para conseguirlo.
Se necesita la actuación de TODOS fuera del aula porque dentro con un profesor/a cerca es relativamente más fácil cumplir con las normas establecidas. No debe ser el miedo al castigo lo que nos mueva a respetar las medidas de higiene y seguridad sino la responsabilidad.
Si hicierais un ejercicio de empatía y os pusierais en la piel del profesorado quizá vuestro pensamiento no sería muy diferente del mío:
¿Para qué todo este esfuerzo en intentar explicarles y hacerles comprender?; ¿Cómo es posible que el alumnado esté generando tantas situaciones de riesgo potencial para su salud y la del resto, incluida su familia?
Los aprendizajes en el aula deben impactar en el alumnado, deben generar una adherencia, es decir, que aprendáis conocimientos que después podáis aplicar en vuestro futuro. Desde la educación física intentamos promover hábitos de vida saludables que mejorarán tu calidad de vida pero en estos tiempo de Covid el compromiso motor se está viendo más reducido. Debemos ser conscientes de la importancia de incorporar diariamente la actividad física y el deporte en nuestra vida. Tener una vida activa es tener una vida más saludable.
Además de esforzarte en las clases de educación física, realiza descansos activos durante el recreo, participa de las tareas domésticas y practica actividad física fuera del horario escolar.
Los beneficios físicos, psicológicos y sociales de la asignatura son muy potentes. Aunque nos queden algunos meses de adaptación de la asignatura a la nueva situación y no podamos tocarnos ni participar de actividades grupales con acercamiento intentaremos estar todos en clase disponibles para las necesidades de los compañeros.
Últimamente estoy más pesimista de lo que me gustaría y mi carácter se ha vuelto más irascible y rabioso. Creo que hay una carencia de valores tremenda de la que me siento culpable como docente.
Busco mi grado de responsabilidad y pienso que quizá hemos equivocado totalmente nuestra finalidad como educadores poniendo el énfasis en objetivos y contenidos que no están formando ni integralmente ni a personas íntegras.
Esta noche al acostar pensemos en qué comportamiento individual y/o social podemos mejorar y mañana, al levantar, hazlo.
R-evoluciona tu responsabilidad.
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